Los pensamientos

Los pensamientos
La mente habita en otras dimensiones

lunes, 7 de mayo de 2018

Cerrando ciclos

Cerrando ciclos
En días de ausencias y de noches vacías.
De manos cerradas y tristes nostalgias
la vida se iba.
Fue acaso una noche de frío y sentencia
a plazo marcado que secando el llanto
encontré unos versos...
Me alegraron tanto!
Y otra noche loca de poesía y sueños
con el corazón abierto en las manos
nació una esperanza...

Pero el tiempo pasa y pasan los sueños
se pasan los años
se nos queda a solas otra vez la vida
vamos renunciando
como quien se aleja yendo mar adentro
-nunca naufragando-
porque hoy dije adiós...

Adiós al amor, chau a la esperanza.
Y me quedo sola
-tal vez naufragando-.

domingo, 6 de mayo de 2018

Puerto de Ushuaia


Ushuaia
Fin del mundo... el principio de todo.
Una imagen vale más que mil palabras, pero es bello utilizar nuestra lengua para expresar la maravilla que nuestro sur-sur nos ofrece, contrastes de distancia, lejanía, emociones, belleza y la calidez de las personas que habitan la ciudad más austral del mundo.
Cuando uno toma consciencia de la soledad y la distancia aprende a descubrir el valor de una cena compartida, de un plato de sopa humeante mirando por la ventana cómo un barco se acerca  y siente que hay vida. Y cómo se valoran los pequeños gestos cotidianos.

lunes, 30 de abril de 2018

Sombras

Sombras

Te vi titubear cruzando la calle
con paso inseguro
te miré al pasar
tu mirada fija sobre el gris asfalto
en la gris baldosa
taciturno errar.
Y qué fue de aquella gallarda presencia
qué fue del garboso...
del galán... qué fue?
A dónde perdiste tu andar caballero
por qué callejuelas
se pudo perder...
No me digas nada ni me cuentes todo
con sólo mirarte
hoy pude entender.
Andaré a tu lado como triste sombra
oculta figura
que no has de captar.
Andaré a tu lado en sagrado silencio
sombra de tu sombra
que  nunca has de ver.

domingo, 29 de abril de 2018

Mi lugar


sábado, 28 de abril de 2018

El último día

El último día, antes de partir, decidí ir a mirar por última vez la playa de mi infancia, de mi adolescencia, de mi juventud, tan especial, tal única, con sus olores particulares, sal, puerto, buques, sirenas... de algún modo única.
Invierno poco apacible aunque septiembre ya estaba entre nosotros y allí, mirábamos con mi amiga Margarita la playa que tantas historias guardaba, conversando o en silencio, sabiendo que era una despedida sin fecha de retorno y sin saber si el destino que me esperaba era el mejor. Pero la decisión estaba tomada... era partir.
En ese estado de semimeditación o reflexión nos encontrábamos cuando unos gritos de jóvenes de desesperación nos trajeron a la realidad. Habían encontrado sobre la arena húmeda de la costa, el cuerpo sin vida de un amigo que había desaparecido hacía dos días y que se había arrojado al mar desde la escollera.
Llantos, gritos, desconsuelo. Los unimos en rueda, abrazados, rezamos, hablamos, mientras solicitábamos la presencia de policía y gendarmería. Jóvenes de veinte años en una situación límite. La vida y la muerte. La llegada y la partida.
Este joven representó la partida de esta vida.
Una metáfora de mi partida hacia otra vida.
Ninguno sabía que le esperaba más allá de esta última determinación.

Este recuerdo siempre me pareció de una sincronicidad muy especial, pues marcó el último día de mi vida en esa playa antes de partir. Y eso me hizo sentir que cada día partimos de algún lugar, de alguna situación sin saber qué cosa nos espera al llegar al otro extremo del camino.

Antes de partir

Hoy les voy a dejar parte de un poema muy sentido, que guardo como perla. Fue escrito exactamente durante los veintiún días previos a mi partida para el que sería mi hogar durante cuatro años, en Tierra del Fuego. Cada día de esos veintiún días escribía unos versos; aquí les copio parte de ellas.
ANTES DE PARTIR

Antes de partir
bailaré sobre los tejados del caserío viejo
bajo las estrellas de mi postrer noche.
Rozaré con alas de tul
el atardecer carmín en la villa del mar.
Sacudiré la arena de mis pies
al subir la escalera que me lleve
al infinito
antes de partir.

Antes de partir
renunciaré a los dolores viejos
a los resentimientos y a los apegos.
Desecharé el ropaje superfluo
alivianaré el equipaje.
Abriré de madrugada la ventana de la alcoba
para que el sol me bañe al despertar...
resignaré el deseo
antes de partir.

Antes de partir
navegaré los mares de mi infierno
hundiré mis pies en el fuego
para purificarme por primera vez.
Lloveré sobre la tierra sedienta
perlas azules de sueños rosados
cenizas volaré
despojaré pétalos
persignaré
antes de partir.

Antes de partir
uniré mis manos
lavaré mis pecados
-los cometidos y los por cometer-
imaginaré el rostro amante que me espere
la luz que me ilumine
la tierra que me hospede
el hogar que me cobije
el abrazo que me sostenga
la mirada que me comprenda
el amor que me infinite
antes de partir.

Antes de partir
exorcisaré al demonio
que desde el costado izquierdo
fraguó el destino.
Dibujaré un modelo
la mejor imagen
y con cincel de plumas
esculpiré un alma de mariposa
antes de partir.

Antes de partir
desplegaré las alas
levantaré la vista
aguzaré el sentido.
Entregaré mis días al programa infinito de la vida
tomaré el timón de mi nave
y ajustaré las velas.
Colorearé mi propio arco iris
con los óleos de tu corazón
antes de partir.

viernes, 27 de abril de 2018

La vida en borrador


LA VIDA EN BORRADOR

Alguna vez tuvimos un cuaderno Rivadavia, de hojas porosas y gruesas, color mate, tapas duras o flexibles...depende. Tuvimos también un cuaderno Gloria, tapas blanditas, hojas finas, de color indefinido...
La tarea para el hogar, los versos que comenzaban a despuntar, las palabras con falta de ortografía, escribir diez renglones de no debo conversar en clase, la letra como saliera, con esquinas dobladas, tal vez sin forrar...

Alguna vez también tuvimos una vida soñada, con la casita frente al mar, grandes ventanales, jardín con flores, niños jugando con un gato, la mesa tendida y encendido el hogar... Tuvimos también una vida en la que íbamos borrando con el codo lo que escribíamos con la mano. Intentamos cien veces la cuenta del amor. Multiplicamos las risas y los desengaños. Dividimos las penas por dos. Analizamos eternamente la sintaxis de esa oración que no llegáramos a concluir... Redacción, hoy, tema: “La Vaca”. No, hoy no quiero escribir sobre la vaca, hoy quiero escribir sobre la vida, quiero escribir sobre el amor. Arrancamos la hoja, y escribimos a nuestro antojo, dándonos el gusto de equivocarnos cien veces, total... en ese cuaderno borrador se podían arrancar las hojas...
Y nos iba quedando el otro cuaderno, el Rivadavia, subrayadito, impecable, letra redondita....

Hoy me pregunto.... hablaba ese cuaderno de quiénes éramos? Muy bien alumno Pepito.... tenés un diez. Pero Pepito no era el del cuaderno en limpio, el verdadero Pepito estaba en ese cuaderno borrador, sin títulos subrayados, sin correcciones rojas o verdes... Pepito era aquél del cuaderno borrador. Con las anotaciones que iba haciendo en la ultima hoja, con el corazón unido al corazón de Maria, luego tachado y unido al corazón de Paula...y así... tantos corazones como sueños, tantos sueños como pájaros...

Pero un día crecimos... y ya no tenemos ni el Rivadavia ni el Gloria.
Quizás un block de notas, una agenda, una página, o un sitio donde vamos apuntando, a veces escritos como ahora, en borrador, otras pasado en limpio....

Y aquí me pregunto, te pregunto, tenemos una vida en limpio y otra vida en borrador?

Te pregunto y me respondo. Creo que por suerte tenemos una sola, y es en borrador.

En ese borrador donde alguna vez te dije diciéndome, aturdida por tanto verso y tanto verbo... " Idiota…te pasaste la vida escribiendo versos/mientras que la vida te pasaba a vos..."

Entonces hoy te digo-me digo, sacá el borrador de la mochila, mostrálo así como está!!! No quieras que tu vuelo sea el más prolijo, ni tu ave la más bella... dame tu cuaderno, te quiero conocer...
Qué me importa si te equivocaste cien veces al conjugar el verbo amar, vivir o temer... qué me importa si en la multiplicación perdiste o en la división ganaste... qué me importa si las esquinas de tu cuaderno están dobladas, si las tapas ajadas de tanto rodar...

No me importa tampoco que las hojas borroneadas no dejen entender el principio de la oración. No me importa si le falta alguna hoja... no me importa tampoco que tengas faltas de ortografía, o de las otras... no me importa que tu letra no sea la más linda, ni la más prolija, no me importa que no tenga etiqueta...

Quiero ver tu borrador!!!