No me gusta sentirme forastero
recorriendo tus calles como extraño
personaje que observa bullanguero
la fiesta que tiene una vez al año.
Yo quiero saborearte en lo perfecto
De tu amplio amanecer encapotado
Saboreando las nubes que a lo lejos
Presagian horizonte azul dorado.
Quiero sentarme al borde de tus calles,
Sentir el fuego ardiente atesorando
Los aromas que embriagan como amantes,
al influjo de tu magia abandonarme.
Yo no quiero encontrar curiosidades
Que guardar en el baúl de los recuerdos,
Ni quedarme con tres fotos, dos postales
y un anillo que agregar al testamento.
Yo te quiero asimilar...¡hacerte mía!
Desandarte del camino atiborrado
De paseantes que se ojean en vidrieras
Por mirar si está bonito su bronceado.
Quiero andar por el filo de tus noches,
Al arrullo de tu ritmo acompasado,
Disfrutar con pasión tus bodegones
Como un libro abierto entre mis manos.
Yo te quiero ciudad, pero por dentro,
Donde vive la historia apasionante,
que atrapa y te hace suyo cual cimiento
devorándote con cientos de saudades.
Te hago mía en el muelle de tu puerto,
Me recreo en el kiosko de los diarios,
me inclino como sierva ante el concierto
de tus playas y tu embrujo milenario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario